“Alguien me dijo que no es casual, que desde siempre las
elegimos. Que las encontramos en el camino de la vida, nos reconocemos y
sabemos que en algún lugar de la historia de los mundos fuimos del mismo clan. “Simeone
Seija.”
El asociacionismo entre mujeres no es casualidad, surge de la
necesidad que tenemos de encontrarnos con un grupo de iguales en la sociedad.
Aquella que nos dejó desprotegidas con la llegada de la civilización, del mundo
capitalista y de las dictaduras, que nos ausentaron de toda democracia posible.
Las mujeres nos unimos en cualquier parte, desde las antiguas casas de vecinos
donde la matriarca llevaba el peso de la familia hasta la actualidad cuando
buscamos a nuestro grupo de amigas para contarles la responsabilidad que recae
sobre nosotras un día cualquiera por el hecho de ser, Mujeres. Nos han creado
la necesidad de estar juntas para proteger nuestro papel, unidas hacemos más
fuerza ante tanta injusticia cultural, social, política y económica que arrecia
más sobre nuestro género.
La Asociación Feminista Carpe Diem nació del deseo de un
grupo de mujeres de empoderarse a través del deporte, éste fue el punto de
partida de toda una aventura que dura ya año y medio. El sentido de nuestra
vida está siendo ver como las mujeres que se encontraban dispersas en las
labores del hogar, sumidas en la rutina de las responsabilidades que les
cargaron en su entorno familiar y social, están reconociéndose como algo más
que un patrón que se calca en cualquier parte del mundo. Mujeres que dicen
<ya basta> a un estatus que
adquirieron por costumbres y que no les hace realmente felices, que quieren
cambiar y que ahora lo tienen difícil debido a los escasos recursos con los que
se cuenta, pero no será imposible. Carpe Diem ha pasado de dedicarse a bailar
con las mujeres para paliar sus problemas cotidianos a abrirse a otros campos
como la educación, la salud, el bienestar, abrazando proyectos de otras
entidades y asociaciones carmonenses y foráneas. Llevando la solidaridad, el
feminismo, la amistad o el amor por bandera allá donde reclaman nuestra
presencia.
Como asociación de mujeres, nuestras pioneras en Carmona son las
compañeras de “Isabel Ovin” todo un ejemplo de esfuerzo y sacrificio para que
la mujer pudiera relacionarse, tuvieran un lugar donde encontrar refugio en sus
compañeras, donde aprendieron mediante múltiples talleres y compartieron
conocimientos, viajaron por innumerables rincones del país y donde se reforzaron aun más los lazos que hoy siguen
latiendo con fuerza a pesar del largo camino recorrido. Nosotras queremos ser
la nueva generación, no las sucesoras, pues el lugar que ocupan jamás tendrá
relevo pero será diferente. Ahora podemos incluir conceptos nuevos en nuestra perseverancia por ocupar el lugar
que nos pertenece, al lado del hombre, porque nosotras estamos en contra del
machismo imperante, las feministas abogan por la Igualdad de derechos y deberes
entre mujeres y hombres, sin feminismo, jamás habrá democracia.
Decía Simone de Beauvoir, que “la mujer no se nace, se hace”
y vamos por el buen camino, el de saltarnos las barreras que nos impusieron con
la llegada de la civilización más profunda, nos haremos y haremos ser, aun
estamos a tiempo de ver cambios, pero siempre desde el conjunto, desde la
hermandad, desde la unión, sencillamente, de la mano, desde la libertad.
Amanda Eslava Carmona, 8 de Marzo de 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario