martes, 8 de marzo de 2016

Sororidad


“Alguien me dijo que no es casual, que desde siempre las elegimos. Que las encontramos en el camino de la vida, nos reconocemos y sabemos que en algún lugar de la historia de los mundos fuimos del mismo clan. “Simeone Seija.”

El asociacionismo entre mujeres no es casualidad, surge de la necesidad que tenemos de encontrarnos con un grupo de iguales en la sociedad. Aquella que nos dejó desprotegidas con la llegada de la civilización, del mundo capitalista y de las dictaduras, que nos ausentaron de toda democracia posible. Las mujeres nos unimos en cualquier parte, desde las antiguas casas de vecinos donde la matriarca llevaba el peso de la familia hasta la actualidad cuando buscamos a nuestro grupo de amigas para contarles la responsabilidad que recae sobre nosotras un día cualquiera por el hecho de ser, Mujeres. Nos han creado la necesidad de estar juntas para proteger nuestro papel, unidas hacemos más fuerza ante tanta injusticia cultural, social, política y económica que arrecia más sobre nuestro género.

La Asociación Feminista Carpe Diem nació del deseo de un grupo de mujeres de empoderarse a través del deporte, éste fue el punto de partida de toda una aventura que dura ya año y medio. El sentido de nuestra vida está siendo ver como las mujeres que se encontraban dispersas en las labores del hogar, sumidas en la rutina de las responsabilidades que les cargaron en su entorno familiar y social, están reconociéndose como algo más que un patrón que se calca en cualquier parte del mundo. Mujeres que dicen <ya basta>  a un estatus que adquirieron por costumbres y que no les hace realmente felices, que quieren cambiar y que ahora lo tienen difícil debido a los escasos recursos con los que se cuenta, pero no será imposible. Carpe Diem ha pasado de dedicarse a bailar con las mujeres para paliar sus problemas cotidianos a abrirse a otros campos como la educación, la salud, el bienestar, abrazando proyectos de otras entidades y asociaciones carmonenses y foráneas. Llevando la solidaridad, el feminismo, la amistad o el amor por bandera allá donde reclaman nuestra presencia.

Como asociación de mujeres, nuestras pioneras en Carmona son las compañeras de “Isabel Ovin” todo un ejemplo de esfuerzo y sacrificio para que la mujer pudiera relacionarse, tuvieran un lugar donde encontrar refugio en sus compañeras, donde aprendieron mediante múltiples talleres y compartieron conocimientos, viajaron por innumerables rincones del país y  donde se reforzaron aun más los lazos que hoy siguen latiendo con fuerza a pesar del largo camino recorrido. Nosotras queremos ser la nueva generación, no las sucesoras, pues el lugar que ocupan jamás tendrá relevo pero será diferente. Ahora podemos incluir conceptos nuevos  en nuestra perseverancia por ocupar el lugar que nos pertenece, al lado del hombre, porque nosotras estamos en contra del machismo imperante, las feministas abogan por la Igualdad de derechos y deberes entre mujeres y hombres, sin feminismo, jamás habrá democracia.

Decía Simone de Beauvoir, que “la mujer no se nace, se hace” y vamos por el buen camino, el de saltarnos las barreras que nos impusieron con la llegada de la civilización más profunda, nos haremos y haremos ser, aun estamos a tiempo de ver cambios, pero siempre desde el conjunto, desde la hermandad, desde la unión, sencillamente, de la mano, desde la libertad.




Amanda Eslava                                                               Carmona, 8 de Marzo de 2016


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